domingo, 22 de abril de 2007

ANOCHE TUVE UN SUEÑO

Anoche Tuve un Sueño
EDITORIAL DEL AVE FÉNIX
22 DE Abril De 2007
Por: Hugo Escoto García

Anoche tuve un sueño, y me gustaría comentar sobre este asunto en esta entrega…

Pero vamos por partes…

Para ti querido lector… ¿significan algo los sueños?

Bien… la respuesta está en el aire…

Les voy a contar… Me gustaría que supieran que el día de hoy amanecí con el corazón en la mano; lleno de alegría, lleno de entusiasmo, lleno de recuerdos… porque tuve un sueño maravilloso que quiero compartir…

Muy probablemente no sea un secreto para ustedes el saber que yo fui seminarista, y que durante nueve años hice hasta lo imposible por llegar a ser un sacerdote… Sin embargo la vida me tenía reservada otra suerte, porque al final, después de muchas visicitudes, llegue a formar un feliz matrimonio con mi esposa Carla a quien inmortalice con el apelativo de “La Guerita” y con quien engendré a una criatura angelical a quien pusimos por nombre Alejandra Sofía.

Tengo muchos años que salí del Seminario… aproximadamente 25 o 26 años, y durante todo este tiempo han pasado un millón de cosas, mismas que de ser narradas por un citudes,r nombre ambre alejandrague a formar un matrimonio con mi esposa carla ueve años , que si las recordara en papel, ocuparían varios volúmenes escritor ocioso ocuparían varios volúmenes chonchos y algunos litros de tinta…

No, no se imaginen historias… nunca me he arrepentido de salir del seminario, porque me queda bien claro en mi vida que no era ese mi destino, y que al final elegí el tipo de vida que más me gusta y donde
me siento pleno y feliz…

Sin embargo, no puedo soslayar que las cosas que viví, las personas que conocí, y todo lo que experimenté, marcó mi vida para siempre…
San Juan Bosco… Don Bosco para los cuates, fue un hombre maravilloso, que supo en su momento interpretar sus sueños… mismos que fueron escritos en su momento a petición de Su Santidad el Papa Pío IX…

Los sueños de Don Bosco eran sueños proféticos, que determinaron el proceder del Santo durante toda su vida…

LOS DOS PILARES DE NUESTRA FE

Este es su sueño más famoso

Sus tres grandes amores son Jesús Sacramentado, María Auxiliadora y el Sumo Pontífice, quienes fueron protagonistas en uno de sus más famosos sueños proféticos:

Don Bosco vio que una gran barca (la Iglesia) navegaba en un mar tempestuoso piloteada por el Romano Pontífice, y a su alrededor muchísimas navecillas pequeñas (los cristianos). De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo, etc., etc.) y empezó una tremenda batalla.

A los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. Las naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar dos inmensas y poderosas columnas (o pilares). Sobre la primera columna está la Sagrada Eucaristía, y sobre la otra la imagen de la Virgen Santísima.

La nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a los dos pilares y asegurándose de ellos ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en cambio a las naves amigas les arregla todos sus daños.

Todo el ejército enemigo se retira derrotado, y los cristianos con el Santo Padre a la cabeza entonan un Himno de Acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora. El sueño es detallado e incluye a varios papas...

«La Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento».

Estimo que la visión de los pilares es muy actual. Corresponde a la visión del S.S. Juan Pablo II para la Iglesia. Nosotros debemos estar en sintonía espiritual con el Papa y cooperar con el de todo corazón para que la barca, la Iglesia, avance hacia los pilares.


Bueno, bueno… y qué pasó con mi mentado sueño…

Soñé que regresaba al Seminario, después de muchos años como han pasado… y me recibían en la comunidad del estudiantado de filosofía con gran entusiasmo, porque por alguna extraña razón me conocían y sabían de mi trayectoria como profesor… y como padre de familia.

El director seguía siendo el padre Thelián Corona… quien fuera mi director cuando yo estuve en Coacalco… por supuesto ya muy acabado físicamente, pero lleno de lucidez como siempre con sus ojillos llenos de luz, brillando y echando chispas por la emoción del momento…

Me presentó a los seminaristas… un buen grupo de ellos como en los viejos tiempos que llegamos a ser como ochenta personas en la comunidad del Ponce de León en Puebla…

Me pidió que diera las buenas noches… como acostumbraba hacer Don Bosco en sus casas cuando algún Salesiano llegaba de visita a cualquiera de las casas… esa costumbre es una tradición extraordinaria que ayudó en mucho a los alumnos a mantener pautas de conducta de forma amable y llena de gracia…

Hablé de mi vida… de mi familia, de cómo el paso del tiempo había formado en mi un estilo de vida un tanto sedentario pero positivo…
Les comenté que Don Bosco seguía viviendo en mi corazón, en un lugar privilegiado…
Que mi apostolado seguía siendo a favor de los jóvenes que Dios me había confiado… que miles de personitas han pasado por mis manos… miles de alumnos que han recibido el influjo de mi preparación profesional… les comenté que gracias a la Congregación Salesiana tenía una profesión y que lo agradecía día con día…

Me escuchaban atentos… porque no podían creer que una persona laica, estuviera allí dando las buenas noches… estuvo a punto de desatarse un debate… intuía que me querían hacer muchas preguntas… sin embargo el formato de “las buenas noches” no lo permite…

Me ofrecieron hospitalidad esa noche… me permitieron estar en el cuarto del padre Inspector… la habitación más confortable del Seminario… por cierto que en esa misma habitación fue recibida hace muchos años mi madre que en ocasión de visitarme se sintió indispuesta de salud y se quedó a dormir una noche en el Seminario de Coacalco…

Esa noche no pude dormir… miles de recuerdos agolpaban mi mente, cientos de rostros… anécdotas sublimes… historias vividas con gran intensidad… noche mágica impregnada de melancolía…

Al otro día muy de mañana, como se acostumbra en el Seminario, tocó la campana… y como si fuera ayer, de manera absolutamente mecánica, bajé a la capilla, los seminaristas ya estaban sentados en las bancas… me prestaron un ejemplar de “La Liturgia de las Horas” y comenzaron a salmodiar los “Laudes”… que experiencia más acogedora… qué recuerdos más bellos…

“Señor tu eres mi Dios por ti madrugo…
Mi alma esta sedienta de tí…
Como tierra reseca, agostada, sin agua…”

Al terminar el padre Corona me invitó a acolitar en la Santa Misa… le pidió al padre Gonzalo que me prestara una “sotana negra” con un “roquete” hermosísimo que me llegaba hasta las rodillas… se parecía a mi sotana, que por cierto me regaló el padre Gonzalo cuando estuve allí…

Ya enfundado en la sotana acompañé en procesión al padre director… la misa fue solemne y llena de momentos nostálgicos…

Me dieron el turíbulo y el ritual del incienso se activó… “Ese olor Dios mío… qué de recuerdos…

Pero lo que de plano no tuvo madre fue que en el momento del sermón, el padre Thelián me pidió que abordara el panegírico…y que me dirigiera a la comunidad como si fuera uno más de los Salesianos ordenados…

Fue allí donde me desperté… muy sonriente y relajado… con miles de imágenes revoloteando en mi cabeza… y con la idea clara de escribir lo que había soñado…

Voy a aprovechar la experiencia para compartir contigo algunos pensamientos de Don Bosco que son muy hermosos y significativos…


PENSAMIENTOS DE DON BOSCO

La ayuda de Dios no falta cuando se trabaja de veras y con fe.

El demonio tiene miedo a la gente alegre.

Haz que todos los que hablan contigo se hagan amigos tuyos.

Trata de hacerte querer más que temer.

Preocúpense especialmente de los enfermos, de los niños, de los ancianos y de los pobres, y ganarán la bendición de Dios y la benevolencia de los hombres.

El amor da fuerzas para soportar las fatigas, los disgustos, las ingratitudes, la falta de disciplina, las ligerezas, las negligencias de los jóvenes.

Recuerda que todo cristiano tiene la obligación de ayudar a los demás, y que no hay predicación más eficaz que la del buen ejemplo.

La caridad todo lo soporta, de donde se deduce que no tendrá jamás verdadera caridad el que no quiere soportar los defectos ajenos.

La Comunión devota y frecuente es el medio más eficaz para tener buena muerte y así salvar el alma.

El alimento del alma es la Palabra de Dios.

Para hacer el bien hay que tener un poco de valor.

Bueno es el cuerpo cuando esté aseado, pero mejor es tener la conciencia limpia de toda culpa.

¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres.

Si el dinero hace mucho, la oración lo obtiene todo.

Hay que sudar muchísimo para conservar la dulzura y, tal vez, sea necesario derramar la propia sangre para no perderla.

La vida es demasiado corta. Hay que hacer deprisa lo poco que se pueda, antes de que nos sorprenda la muerte.

La primera virtud de un hombre es la obediencia a su padre y a su madre.

El humilde siempre será bien visto por todos: por Dios y por los hombres.

En la enseñanza, textos breves, fáciles y precisos.

Me basta que sean jóvenes para amarlos con ardor.

Sé agradecido con quien te ayude.

Pongámonos todos bajo el manto de la Virgen. Ella nos librará de los peligros y nos guiará.

El que confía en la Virgen nunca se verá defraudado.

Se atrapan más moscas con una cucharadita de miel que con todo un barril de vinagre.

A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista.

Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo sorprende), el tiempo (que se escapa), y el demonio (que le tiende sus lazos).

Hace mucho el que hace poco, pero hace lo que debe. No hace nada el que hace mucho, pero no hace lo que debe hacer.

No te comprometas asumiendo demasiados trabajos. Quien mucho abarca poco aprieta y lo estropea todo.

La verdadera religión no consiste sólo en palabras; es menester pasar a las obras.


Hasta aquí mis comentarios y hasta aquí… mis palabras sin reposo

No hay comentarios.: